martes, 29 de julio de 2008

SIETE


DISCURSO DE APERTURA EN JORNADAS DE

INTRODUCCIÓN AL PENSAMIENTO FILOSÓFICO MODERNO.

(Realizado en la vecinal del barrio Chalet, Santa Fe)


"Fue muy duro el darme cuenta que la mediocridad me daba mucho sueño... Me dormía pesadamente en la maraña de pensamientos usados; pero ahí, donde soy mi dueño, traté de hacer de Dios y me apropié, otra vez, de mi propia alma.


"La banqué. Me la banqué. Esto me ha hecho un hombre, usando la palabra 'sentipensante' de Galeano, mucho más pensante que 'senti'. E igual me resulta muy duro tener que decir lo que voy a decir ahora, porque sé que la verdad duele y si no duele molesta y si no molesta asusta, pero si no asusta... libera; y como hoy me siento sólo un poco más valiente, sólo por hoy yo no miento y me atrevo a decir la verdad, mi propia verdad, esa a la que por tanto tiempo temí.


"Trataré de no ofender a nadie, sólo a quienes lo merezcan. La cuestión fundamental de la historia de la humanidad es una simple pregunta que deberemos resolver los seres humanos, alguna vez, equilibradamente: ¿Quién agarra la pala? Claro, ¿quién agarra la pala, hermano? Está bueno pensar, imaginar, volar con la mente; debe ser doblemente buena la sensación de tener el poder para que alguien realice por vos algo; debe ser increíble sentir lo que significa trascender la muerte con la obra inmanente de nuestro propio pensamiento... Pero también está bueno sentir al otro, en su dolor, en su alegría, en su pesar, en su esperanza, en lo que nos une como especie humana. Y no hay que ser tan 'senti' para decir esto, lo digo con el pensamiento, sabiendo que éste tiene sentido cuando se vuelve uno (1) con la palabra y la experiencia. Como una tríada religiosa, aunque yo vea a los santos en el suelo. (Risas apagadas -nota del escritor-)..."

sábado, 26 de julio de 2008

SEIS

- ¿Qué nos pasó, Chino? -Juan no podía dejar de preguntar lo mismo; hacía tiempo que le parecía que la historia del país se asemejaba a un disco rayado.
- No sé, perdimos el discurso... Nos confundieron con otras unidades sintácticas, las oraciones fueron armadas con ideas de lugares ajenos al nuestro, nos vaciaron el significado de algunas palabras como "persona", "ser" y "humano", ganaron lugar en las estructuras lógicas lexemas como "mercad", "consu" y "gast" que se multiplicaron hasta cubrir la arena del discurso institucional...

Juan estaba cansado anímicamente; ya nadie en el barrio entendía las conductas de su referente político, ese del que tanto había comentado a quienes conocía, siempre poniéndo el acento en la visión revolucionaria de su propuesta de lider. Pensaba que no podría creer más en nadie porque su estantería de ideas y su rol militante estaba siendo desvencijado por su dirigente ante la mirada de sus pares. Sentía la cara partida de tanto darla para el manoseo de otro. El Chino, seguía:

-... y desde ahí te arrastran en un torbellino comunicacional donde ya no hay palabras para tus propios pensamientos; te confundieron; y los parlantes se masifican ante el vacío de otras alternativas discursivas; terminás olvidando la huella psíquica de discursos ahora marginales, y sin esto no hay signo linguístico, no hay imagen, no hay símbolo que le dé contenido social...
Juan reaccionó:
- Chino, no te entiendo nada. ¿Qué nos pasó? ¿Cómo puede ser que todo lo construido se esfume por una pésima táctica política o una chiripiorca mental de alguien que estaba en el lugar justo para cagarla? -y repitió- Realmente: cagarla...

El Chino aguzó los ojos, entonces sus rasgos se volvieron pictóricos; sus ojos líneas negras, finas como una caligrafía oriental. Juan creyó escuchar cañas de bambú cloquear en su patio aunque él sabía que nunca tuvo -ni tendrá- cañas de bambú en su patio. Y como si la voz del Chino quisiera imitar un flautín milenario, dijo:

- Lo que sé es que lo que nos une no son las personas sino las palabras.

lunes, 14 de julio de 2008

CINCO

En el medio de Dios están los medios imponiéndolos. Imponiendo los miedos: medio-odios, medio-miedos. Dime Dios ¿os di medio de mí o tienes miedo de mí? ¿Os di miedo de mí o tienes medio de mí?



MEDIOSMEDIOSMEDIOSMEDIOSMEDIOSM
IOSMEDIOSMEDIOSMEDIOSMEDIOSMEDI
EDIOSMEDIOSMEDIOSMEDIOSMEDIOSME
DIOSMEDIOSMEDIOSMEDIOSMEDIOSMED
OSMEDIOSMEDIOSMEDIOSMEDIOSMEDIO
SMEDIOSMEDIOSMEDIOSMEDIOSMEDIOS

CUATRO

– A ver… El Gran Norte espera de los pequeños países del Sur una buena idea… Hasta ahora vienen premiando nuestras “buenas ideas” con sus compras monumentales que nos dan la idea de crecimiento económico; como si esta variable indicaría que vamos en el camino de la desaparición del hambre y de la pobreza. Siempre igual: sectores pobrísimos que dejan de ser tan tan pobres para convertirse en, sólo, tan pobres (siendo ahora el sector indigente sólo del 30% del total de la población). Y así tiramos un par de años con un índice más controlable, hasta que la idea deja de ser beneficiosa. El 5 o 10% de pobre menos a causa del derramamiento, vuelve. El Gran Norte necesita que le tiremos alguna otra idea que cierre y que permita tranquilizar por unos años más... Esta fue una buena idea: así fue que apareció un militante idealista pero con traje y corbata que defendía viejos ideales de justicia y humanidad y que tuvo poder para sacarles el cuadro de uno de sus próceres asesinos a los altos mandos militares. De esta manera nadie vio entrar los productos tan mágicos como nuevos y venenosos que fueron matando nuestro lugar y nuestra gente a cambio de la moneda fuerte; ya nadie tampoco se opuso a que se sigan regalando los recursos del país (siendo que a otro gobernante se lo había odiado por eso) para que el Norte siga haciendo lo que nosotros (por… ¿razones intelectuales, tal vez?) no podemos o (por… ¿razones psicológicas, tal vez?) no nos atrevemos.

– Yo creo que son razones psicológicas… Este engaño sobre nuestra inferioridad nos traba las ideas. Nos siguen regalando espejitos de colores, viejo. En la antigua Grecia, a los troyanos los engañaron con un caballo de madera ¿viste? A nuestros indios los engañaron con palacios que flotaban en las aguas, con trajes de brillo de luna, con vidrio y espejitos y con palos de fuego… ¿Qué te pensás que son las películas, la tecnología y las comunicaciones? Hoy trabajamos para comprar las cuentas de colores que ellos hacen con lo que les damos de nuestro trabajo; la guerra se le hace a quien no quiere comprar o a quien conoce la producción de lo que destraba las verdaderas “buenas ideas”…

- Sí, coincido. El pensamiento mágico está relacionado con el pensamiento del disminuido psíquicamente. Así se puede pensar que los griegos aprovecharon las creencias férreas de los troyanos como los españoles la de los indios para adueñarse de sus mujeres y quemar sus hogares. Sí, coincido; puede ser que esté pasando hoy algo parecido en algunos lugares del planeta... Pero no aquí...

martes, 1 de julio de 2008

TRES

- Es un tema de espacio y decisión; olvidate de los buenos y de los malos; de los seres humanos y de los seres inmundos; de los zurdos y de los milicos fachos... Guarda con pensar así, guarda.
Cuando Alfredo J. decía "guarda" estirándose la ojera del ojo derecho mostrando la carne roja bajo las pupilas, era porque hablaba en serio; o porque había tenido un pésimo día y no toleraba ninguna palabra de más. Ahora, en este caso, hablaba ideológicamente en serio y esto, hasta cierto límite, podía tolerar un debate.
- Disculpame, Alfredo -interrumpió modestamente Eusebio dejando con exagerada suavidad el pocillo chico de café sobre el platito-... porque se podría entender que estás... cómo decirlo... como que si alguien que no te conociera te escuchara, pensaría que estás defendiendo la represión... ¿No sé si me doy a entender?
- Mirá, quien me escuche que piense lo que quiera y también, si quiere, que me chupe un huevo ¡Porque yo soy bien democrático y no voy a obligar a nadie a que piense como yo ni a que me chupe un huevo! -Eusebio, colorado, miraba para todos lados buscando alguien que milagrosamente lo pueda teletransportar al bar de la otra esquina al que no sabía por qué maldita razón, ante la dicotomía, no había entrado-. Guarda, digo guarda, no vaya a ser que por ser tan de izquierda no terminemos dando la vuelta y apareciendo por la derecha. ¿Me explico, Eusebio? -Eusebio, que estaba por tomar un sorbo del café ya frío, decidió bajar el pocillo para asentir con la cabeza-. Yo creo que el error es pensar que los genocidas no eran seres humanos ¿Qué mierda van a ser? ¿Extraterrestres? Mirá, nunca me gustó Borges, pero decía que la vida de un hombre consta de un sólo momento: de ese instante en que ese hombre sabe para siempre quién es. Para mí es asi. Todos tenemos que elegir en algún momento y esa decisión va a depender de determinada circunstancia en la que nos encontremos, ahí vamos a tener que tener bien en claro que, como humanos que somos, con un sí o un no podemos ser el Jesús o el Hitler de nuestra propia historia...