lunes, 9 de agosto de 2010

Vida Cotidiana 01

Cada día, Juan volvía a empezar.
Esto no quiere decir que Juan se hallara todos los días en el mismo lugar, sino que, al igual que ocurre con los fractales, en cada día de Juan podía verse representada -simbólica y materialmente- toda su vida.
Empezaba el día desde abajo: limpiando los platos del almuerzo.
Mientras lo hacía, recordaba cosas de aquéllos tiempos, cuando había empezado a trabajar de lavaplatos. Una vez lo habían mandado a destapar el inodoro de la oficina del jefe; en ese momento no tenía herramientas para reflexionar sobre todo lo que implicaba el ordenar y el cumplir dicho cometido. Así que Juan terminó destapando el inodoro del jefe, aparato que era muy diferente a la lúgubre letrina que usaba él como empleado de la cocina.
"Ya terminé, jefe", dijo Juan mientras enjuagaba bajo el agua cristalina la filosa cuchilla que, hasta hace un momento, mostraba restos de una grasa blanca y viscosa.