jueves, 22 de septiembre de 2016

Confusiones 03

Estoy escribiendo.

Un poema.

Sin forma, sin letra.

Un poema vacío.

De palabra y contenido.

Que no dice, que no escucha.

Un poema muerto. Que no habla.

Un poema que no dice nada.

Ni tinta tiene.

Tampoco carne.

Un poema tipo nada.

Un poema sin ritmo.

Un poema sin son, sin ton.

Sin tonada. No lo cantan.

Sin paisaje; ni imágenes tiene este poema.

Ni amor.

Un poema que no siente. Ni hace sentir.

Un poema en el que no pasa nada.

Que no reza. Que no teme.

Que no sé qué le pasa.

Un poema que por no ser nada cree que es.

Un poema que no sabe de infinitos.

Ni de acentos ni de nada.

Que no observa, que no ve nada.

Este poema se ve siendo nada.

Es un poema que no tiene sentido.

Está yendo hacia arriba. Porque no prevé.

No tiene reversa ni reverso.

Ni inverso.

Ni verso porque no es un poema.

Ni risa me da.

Un poema que está muerto pero no de risa.

No hizo ninguna payasada.

No habló de nada.

Y nada(r).

No tiene marca registrada.

No dice Libertad.

Ni tiene mayúsculas.

Que no empieza.

Y si empieza, empieza en la nada.

Y que en la nada se termina. Se acaba.

Y no goza.

Ni desea.

No desea nada de nada porque no mira tv.

Un poema sin internet.

Se hace que es poema.

No es.

Si es, es un poema mediocre.

Pero nada.

En fin:

Y punto.

Nada, Adan.

No te hablé, no te dije nada.

Un poema sin espejos, Adan.

Sin un Adán y Eva.

Un poema sin vos.

Porque el poema no te nombra.

Nada nombra o puede nombrarte; ni a vos ni a este poema.

Es un poema sin despedidas.

Sin nada de lágrimas.

Sin estómago, sin entrañas.

No habla de amigos ni de amigas.

Ni de palabras.

¿Eso ya lo dije?

Un poema sin preguntas, sin errores, sin dudas.

Que si habla, no perdona.

Entonces, es un poema que prefiere callar.

Porque nada otorga.

No da nada.

Ni quita.

Ni.

Nada.

Ni existe.

E.

Es un error.

O nada.

No "oh, nada!".

No tiene contradicciones.

Cree que es de otra naturaleza.

Pero no habla de perspectiva global, ni estrellas, ni lunas.

Es un poema sin dinero, sin valor.

Sin propiedad privada.

Que a todos les causa nada porque no se ve.

Nadie ve en la nada el poema.

Sí, Nadie; puede ser él o ella.

Este poema, si tiene algo, es que no tiene preferencias de género.

Al poema Nadie lo sostiene y muchas personas no lo ven.

Es que este poema no tiene atractivo.

Porque este poema tampoco tiene sexo.

Está trasvestido.

Es un discurso sobre la nada.

Se disfrazó de poema por cuestiones estéticas.

Ya todas las personas lo saben.

Y el poema sigue sin darse cuenta.

Porque este poema no oye los rumores.

Ni de olas ni de alas.

Lo que no dice este poema es una verdad absoluta.

Y nada puede revertirlo.

Porque sólo la nada puede atravesarlo.

Nada de conciencia.

Nada de saber de la experiencia.

Nada de dolores trabajando la tierra.

Nada de nada.

Nada de ideología cotidiana.

Porque este poema no tiene continuidad de ser.

No debiera haber sido poema.

Tal vez niña.

Tal vez feliz.

Pero no habla de felicidad este poema.

La niña fue abusada.

Entonces, nada de felicidad en este poema.

Nada de reparación, tampoco.

Si tal vez niño abusado: que se calle, que no diga nada.

Este poema habla de nada.

Es una calle cerrada.

O da vueltas en círculos.

Sin que pase nada.

Nada lo detiene.

Ni la «d», ni la «g» ni la «i».


La A, quizá.

¡Alto!

A con mayúsculas.


¿?

No tiene respuestas.

El poema, digo.

Mejor:

El poema dice.

Dice: no.

¡Basta!

No abusen del poema.

Ni de las personas.

Aunque el poema sea pequeño, no quiere malos tratos.

Este poema es como un ser que no tiene defensas.

Anda de a pié o en bicicleta.

O usa un colectivo.

Cualquiera que lo piense puede atropellarlo.

A veces el poema siente que existe.

Y mira por la ventanilla o al cielo o a la luna o al sol.

Y el poema cree sentir algo.

Sería como el poema de una persona que calla.

Que no dice que cree sentir algo; porque no sabe cómo.

Sino, habría un poema.

Y este poema no puede decir lo que la persona habla.

Porque no es un dictado.

No hay musas, ni escarabajo dorados, ni violines.

No existe persona que le hable a este poema.

Ni persona a la que el poema responda.

No balbucea.

Y aunque hablase muy correctamente, no lo entenderían.

Es un poema no parlante.

Es un poema delirante.

Sin alma de diamante.

No es un regalo de amante.

Es un olvido sin queja ni nostalgia.

Pero empecinado a etiquetarse poema siendo

pobre y pura

prosaica prosa.

Para la nada poderosa.


sábado, 17 de septiembre de 2016

Confusiones 02

Diles que no estoy, que son demasiados, millones; diles que es demasiado para mi cuerpo, aparentemente sólido, empezar a des aguarse y vibrar como si fuese un chorro contenido en una bolsa de nylon; diles que me fui, que salí, que puse salir de feisbuc y me desconecté; y ahora estoy triste y a la vez eufórico, diles que no sé si enlistarme en el ejército o llorar como un niño; diles que fue demasiada información en el jarwuar, y tuve que salir a dar un paseo; porque ahora no puedo ver a nadie, me siento como un caníbal chupando sangre a toda la humanidad oprimida por darme estos momentos de electricidad y, al mismo instante, en mi sangre se revela un arroyo ubajay de estremecimiento y me siento un rey león del desierto de colores con relaciones humanas que convertirían cualquier selva en polvo, con una mirada o con una presencia de ojos cerrados, pero ahora no sé qué decirle a cada uno de todos los que se volvieron moléculas de mi torrente, o bits de mi disco rígido, o imagen de mis sueños o pensamientos, entonces diles que no me siento, que no me puedo sentar, que estoy enfermo; sí, diles que me enfermé de algo que ellos mismos, mis amigos del grupo del uasap, me compartieron, que me agarré esa gripe D-S-O, o algo A-S-I, y se me hinchó el pié y no lo puedo apoyar, déjalos tranquilos y diles que no tiene nada que ver con mi mamá, ni con nadie cercano; diles que vayan a mi historial, ahí en mi red social, ahí verán lo que publiqué, lo hice ayer, pero ahora no puedo ver a nadie; me agarró mucho miedo, vi muchas palabras con M, mauricio muchas veces, muerte varias, melanoma algunas nomás, vi pocas con B, besos, babita, buendía, bondad, bienestar, cada vez se me ocurren menos, igual ya no sé qué significa cada una, me da igual, miedo o indiferencia, ni sé por cuál actitud decidirme; diles que no me importan ya, que me dan igual, que se exterminen o que se calmen o el presidente o los nadies o varones y mujeres, que me harté de ser un inclasificable sexual, no sé si un pene es una espada de estar uars, o un órgano de conexión mística, o un palo para cachiporrear, tampoco sé si una vagina es algo que da vida, o devora hombres, o produce crías para trabajar, me pierdo en tratar de dar respuestas, son muchas las preguntas que me surgen con tanta infomación; diles que me fui a fumar un pucho, pero que no lo prendo porque ya me hizo mal; diles que estaba confundido, que me fui a pensar, a pasear por el laberinto, ese que nadie se anima a entrar; diles que aprendí a entrar, llegar a su centro y salir en paz; diles que confíen, que sepan qué y para qué esperar, y que se cansen y que actúen; diles que este es mi momento de observarlos actuar, que vivan, que se equivoquen, porque se puede reparar y nada es igual a todo y nada al mismo tiempo, entonces, que se arreglen con su conflicto existencial, porque ahora yo estoy deprimido, no puedo ayudar a nadie porque danié; sí, me danié a mi que soy nadie, porque entre tanto tanto todo, quién piensa en la nada del nadie: nadie y Daniel; si estuviera Daniel, él sí podría pasar porque Daniel es mi amigo, es quien no es yo, a-migo, sin-yo; él existe sin mi y yo existo sin él, por eso sé que él se las puede arreglar si no puedo ayudarlo; es mayor que yo así que existía sin que yo existiera, era su a-migo antes de que yo tuviera conciencia de serlo; eso: diles que son todos amigos de todos pero que todavía no se dan cuenta.

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Juan y la Micropolítica 02

Juan estaba cansado de picar ladrillo.
Se había roto la máquina de cortarlos.
Todavía le faltaba hacer las juntas de toda la galería...
Cuando volvió el contratista salió de la obra.
Por un rato; a comprar porrón y un pan.
Le llamó la atención un papel tirado, en la calle de arena.
Leyo y entendió que era una canción:

"Oid mortales este canto que canto
entended la diferencia que tiene con el llanto
aunque si lo oís ya es un gran tanto
si sentís es que no habeis muerto de espanto.

Siempre será así vuestro presente
la confusión reinará en parte de la mente
ahora, no penseis que la mente es 1 solamente
presente, pasado y futuro es infinito eternamente.

Diferenciad entre vuestras herramientas humanas
podés usarlas todas y sólo necesitareis calma
silencio, voz, piel, cerebro y alma
todas creadas por unión de conciencias hermanas.

Se hermanaron para vuestra creación
solas no podían aunar toda la atención
la conciencia es cuestión de con/centración
y es una fuerza que se expande como explosión.

Bienaventurados los coherentes de corazón
dueños del tesoro más valiozo de la razón
es una brújula que guía siempre a la pasión
a cada instante podreis corregir la dirección.

En este mar inmenso cuya lágrima vais conociendo
ya podés intuir que sois mares y os veis creciendo
os espejais en peces plateados que os van diciendo
que sabés todo y la nada que nada os va moviendo.

Si os sentís ahogados puede que simplemente estais cansados
hacéd la plancha, sacudid la arena, sentios calmados
observad el cielo y las aves, escuchad a esos seres alados
cerrad los ojos y oíd este canto que os ha salvado...

estais respirando mar: ¡sentiros alabados!"

Juan no entendió bien de qué se trataba.
Sonrió al terminar de leer.
La chica de la despensa le preguntó por qué reía.
Era por la canción. Es extraña, dijo.
Se la dejó a la chica al irse.
Ella la leyó y, sin pensarlo, le dieron ganas de ir al río.
Lo invitó al novio que no tenía ganas de ir.
Le dejó el papel; que la aguante un rato, ya venía; y se fue.
El la miró con ganas, yéndose.
Leyó la canción sin darle mucha importancia.
Y se puso a inventar una cumbia.
Hizo una letra con algunas palabras que le gustaron.
"Sos la dueña de mi corazón
si tu te vas pierdo la razón
mar y brújula en esta pasión
yo sin vos no tengo dirección".

Historia breve del Infinito 01

Soy el hijo del Sol.
Hermano político de la hija de la Luna.
Ambos fuimos concebidos por el Infinito.
Somos la expresión finita de su creación
de infinitas diferencias.

A mi me corresponde construir
la partícula de luz
entregándome al movimiento
entrego mi cuerpo
al ritmo de las estrellas
cometas, planetas;
entonces, brillo
me deshago en chispas
desparramo tibieza.

Ella me refleja
ilumina el cuarto y la noche
es ella quien me muestra la entrega
al profundo mar de la Eternidad
cuando en sus ojos se enciende la oscuridad
el otro lado del espejo quiere cruzar el umbral.

En un instante
todo sucede
estamos danzando
alrededor de algo inmenso
que nos deja inermes
adictos
alienados
o mejor
llenos de mar
mareados
o mejor
llenos de luna
lunáticos
o mejor
llenos de luz
iluminados.

Y, de repente, algo alumbra
ahora vislumbramos
que nos deslumbra:
piel color arena,
pelo vegetal,
ojos verdemar,
movimiento animal;
fue un remolino mental
no fuimos pensamiento
fuimos realidad
y ahora damos vida
luego de esa fusión vital.

Nunca pensé que fuese tan extenso
el tiempo que viene después de bailar.
Algo se anuda en el tiempo
algo anida a cada instante
algo se crea en ese danzar;
es como que se miran los espejos...
Esto les puedo contar:
que entre la hija de la Luna
y yo, el hijo del Sol,
siempre que nos acercamos
nace una vida nueva e infinita
que gira y gira
recorriendo el Universo
(como nosotros dos).

miércoles, 7 de septiembre de 2016

Luz y Fer 01

- Idólatras del Estado... pobrecitos, les tengo pena...
- Porqué decís eso? no seas tan despreciativo; vos sos parte de ellos, somos; si son probrecitos vos también sos un pobre diablo.
- No piensan... no saben para qué...
- Seguís? Estás siendo cruel ahora, yo también lo puedo ser, sabés? Estamos acá, somos parte y estamos implicados aunque quieras mirar siempre el mismo lado siniestro y oscuro.
- Es que, miralos, po... Poder, Estado, Eternidad... Temen la muerte y no pueden decirlo; son cobardes, se sienten sólos y fracasados.
- Vos estás ciego, men?
- Ja! Tanta claridad te hizo cerrar los ojos, parece.
- Ey! Yo te estoy viendo; y los estoy viendo a ellos, todo el tiempo, a cada instante; no te hagas el tonto conmigo; sé que no sos ningún tonto y vos estás haciendo foco en un sólo lugar para poner tu mirada fúnebre y nostálgica, y vos sabés muy bien para qué sirve eso: sólo para desviar la atención que se dirige hacia la apertura.
- Y vos? No aceptando mi mirada...? eh? eh?
- Estamos dialogando...
- Pero no creas que no soy un ser sensible; me emociono al verlos tan manipulables, y obviamente es una mezcla entre ternura y asco, a veces odio; pero vos lo dijiste: somos parte; y sé que, como vos, puedo ir de un lugar a otro; quizá a vos no te guste visitar ese lugar tan humano, en donde por miedo o confusión se trata de maltratar y confundir a ese otro y, u, otra parte nuestra, como te gusta decir a vos... pero quizá, vos no seas tan sensible como lo soy yo...
- Sólo te muestro que hay personas que valen el infinito a todo instante; abiertas, totalmente, al encuentro con esa otra parte humana o no humana que nos permite esta experiencia; existen! y vos lo sabés sólo que te gusta jugar este juego del perverso, el que hace perder el Verso verdadero.
- Oh! qué poesía tan policía, qué inversión tan prisión, qué mente tan... tan...
- Presente.
- Tan, tan, campana! Ja, ja, ja!