La poesía poseía
todas las formas
que la hacían brillar
dentro del alma
sensible.
la fama del plomo:
Antitéticasinética.
La forma de la plata:
plataforma de códigos.
La fórmula del oro:
Besa el AUra que gime
blandamente...
Fue la forma del amor humano
que a fuerza de imago
de boca y cola
encerró la poesía
en un símbolo des.carnado
e insensible a la
bondad del cuerpo vivo.
El corazón quieto
siguió palpitando por
fuera de la forma
simbólica poética.
La poesía
misteriosa
miraba desde lejos
y se deformaba
chorreante y grafenada
llegaba a manos que
no sabían cómo lavarla
y purificarse.
Para escapar, la poesía
se materializó
en máquinas que separan
el infinito en pedacitos muertos
de eternidad artificial.
Los lectores maquinales de poesía
poseían todas las propiedades
intelectuales y burdas
para matarse y matar
con armas, inexplicable-
mente canallas
e inimputables,
los pulsos vitales
que inevitables
como microbios
brotan del origen puro
que engendran todas las poesías
vivas
y audaces.
Una vez, una palabra,
se rebeló
y enarboló una semilla
que germinó un viento
liberador, agitó el mar
de los silencios, y peces
voladores expandieron
el diseño caracola; el amor
sonrió,
fractalizando las caricias
inteligentes y fraternas.
La Madre de todas las almas poéticas
deseó
infinitamente amar y
ser amada. El alma
brilla en forma
poéticamente liberada.