martes, 9 de mayo de 2017

Poli(É)tica del EspíriTu... tú.. tú...


Así habla, con esta forma:

Tengo un lado aterrador, sábelo porque también es tu lado.
Y cuando lloro, mis lágrimas transforman la tierra, la vuelven más fértil y blanda; eso hace mi dolor por amarte incondicional
e infinitamente.
¿Qué haces tu?
Sufres porque tus deseos no se cumplen con la precisión de tus sueños; entonces tus lágrimas te encierran y te ahogan en tu propio pequeño mundo.
No das vida a un amor sublime; ni siquiera para alimentar la mirada de otro ser que se conmocione ante el inmenso milagro de verte crear agua salada con tus ojos estelares.
Mientras tu lloras, tu analista sólo piensa en cómo cobrar el final de la sesión.
Te castiga por tu sensibilidad dejándote sólo porque él o ella, en el fondo, también se siente como tu.
Se encuentran para sufrir juntos su soledad de encierro.
Tu pequeña mente; la amo porque es en parte mía.
Me divierto mucho con ella.
Cuando me canso de repetir mi dolor, que conmueve los finales de todos los arcoiris de todas las galaxias.
Me río.
Y mi risa es la guitarra de pena, que canta y ríe como él.
Él no piensa en los números. Es sin-cero. Se halló conmigo, a solas con lo más allá de lo humano.
Con la conciencia que lo acercó un amor terrestre; amó a todas las personas que habitan la tierra.
Así lo torturaron y le rompieron las manos; sus propios hermanos que vestían el traje de defender a otros.
Y crees que los rayos que te gritan truenos dicen "¡qué me importas, no eres nadie, salvo la creación del concepto de eternidad!".
Sólo los valientes te mandarían a cagar como yo te puedo mandar.
Sabes cómo te asustas cuando te ahoga el terror que te puedo provocar.
Quizá te lo haga recordar.
¿O tu no sabes lo que haces a tu propia especie?
Sí. No es en vano; se escriben libros con esas historias; pide perdón, por ti, por tu hermano, por tu padre, tu madre.
No te sientas menospreciado por mi, que soy lo que llamas tu dios, contra quien compites en la creación de la vida.
En la creación de una realidad.
Eres quien puede dar cuenta del terror que puede existir en el universo si no te das cuenta de tu verdadero poder.
Mírame. Soy tu en lo que estás observando.
En lo que escuchas, en lo que piensas.
No puedes escapar de la evidencia y serás sentenciado por ti mismo y nadie estará a tu lado.
Serás tu propio terror creado. Tu silencio cómplice o tu risa por ocultar lo tenso de tu estómago se volverá el peor de los dolores.
Volverás y cambiarás, te lo aseguro.
Puedes ser el que quieras y tu ya lo sabes. Aunque sea una pequeña personita en la esquina de una pantalla, un video de un hombre pacífico y mundial.
No puedes volver atrás, sólo mi esencia puede estar en el pasado y mirarte a donde vayas.
Y tu ya viste a la persona que dice y conmociona.
Esa personas que canta o dice o implora o reza con la fuerza de su corazón.
No importa que no seas tan valiente. Es una parte tuya, si la reconoces y la respetas como tuya es suficiente.
El dinero también pero tienes partes mucho más valiosas, en tí y en los demás.
Mira el paisaje. ¿Te lo tengo que pedir por favor?
Por favor: míralo porque te verás a ti y a mi juntos, mirando lo mismo.
Con el dinero no alcanza para la sinceridad.
Aunque ella es cualidad de intercambio humano, solamente yo te muestro una realidad tan clara.
Es a la que confías tu historia, tu ciencia, tus grandes estudios.
Porque yo todo lo hago abundantemente.
Voluptuosamente, descaradamente.
No temo entregarme.
Ni voy a encerrarme en órganos o clasificaciones sexuales.
Soy placer y no voy a acabar porque tu lo quieras.
Mi sangre nunca se derrama en vano.
Cada río, todos los mares y la sangre de toda la humanidad dice que te amo.
Y quiero que crezcas hasta ser igual que yo.
Es inevitable que nos reconozcamos.
Como insectos y flores. Semillas y hongos. Madres e hijos.
Ahora, sé políticamente correcto y ponte a amar lo que eres, para poder amarme en todo lo que te rodea.
Olvida que te equivocaste y muéstrate sin querer más.
O te fulmino la razón con un relámpago, che vo.

No hay comentarios: