viernes, 15 de agosto de 2008

NUEVE

Por qué nos abrazamos, nos pregunta el mundo. Sé que no podemos darle respuesta, pero lo seguimos intentando.
Tal vez por eso nos abrazemos. Porque nos ayudamos a seguir intentándolo; y lo festejamos en un abrazo.
Todavía podemos elegir abrazarnos, le decimos al mundo que nos mira. El mundo, boquiabierto, ve un abrazo, uno, dos cuerpos, pero no puede sentir eso que ocurre en los límites imprecisos de dos seres humanos.
En esos límites invisibles se iluminan las elecciones hechas: una caricia, una mano abierta, un sueño, él-ella eligiéndose, mirándose entre miles, volver a abrazarse...
Elegimos creer, le gritamos al mundo. Él-Ella se vuelven a abrazar, se vuelven uno con el mundo.

No hay comentarios: