domingo, 26 de junio de 2016

Com-parto complementario

Soy persona.
Así dicen los Códigos.
Así soy, también, 7.000.000.000.
Y puedo decir familia
y sin decir absolutamente nada
aparecen millones de parientes desconocidos.
Sus vidas dependen de mi
y yo me responsabilizo de sus vidas
y no me importa que sean millones
porque sin decir absolutamente nada
puedo hacer aparecer la palabra par.
Y pueden ser un par de personas
o un par de palabras.
Rosa y yo.
Personas amorosas.
Amor responsable.
Somos muchas.
Las palabras, digo y me digo.
Así crezco y crecí gracias a ellas.
Las personas, digo y me digo.
Y me enseñaron que infinito no tiene acento.
Y supe por mi persona que infinito sí tiene acento, también.
Entonces, en la no escuela aprendí a jugar a las cartas.
También ahí aprendía a leerlas como se lee el mundo diario.
Es una carta al revés.
Un acento mal puesto.
Un idioma hasta el momento desconocido.
Una costumbre mal interpretada.
Un hacer que no sabía de no haceres.
Una coma olvidada.
(ser o no ser)
Una pregunta que se temió hacer.
(esa es la cuestión)
Una respuesta que por salir apresurada no transmitió certeza.
Una relación que por falta de tiempo devino en desconfianza amorosa.
Es una noticia desconocida por la mayoría.
Una fotografía que se confundió con la continua realidad.
Tan simple como la palabra complejo.
El diario mundo de las personas
o el mundo de las personas en el diario
o de las palabras diarias del mundo
o el mundo diario de palabras...
Es sólo eso
juego de personas niñas
olvidándose de sí mismas
Personas
Amorosas
Responsables
Todas
O nadie.

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