viernes, 29 de diciembre de 2017

Se necesitan ojos 02

Sacrificio y consenso.


Darle mi intención a la máquina.
Mi trabajo de escribir, se lo doy.

Hay un consenso que no se explicita con palabras.
Soy parte de ese consenso silencioso.

Estoy escribiendo de a 2. Párrafos.
Estoy creando una tensión. entre ellos.

Entre nosotros: una distancia y un silencio.
Entre tus ojos y mis manos, dos instantes de tiempo.

Que uno sea el otro y otro otra.
Que la naturaleza implique el cambio.

La transformación de las cosas.
De las unos y de las otras.

Ahora voy a hacer algo distinto.
Entre esto y esto otro, vamos a hacer algo.
Este tercer elemento ya estaba entre nosotros.
Y este cuarto párrafo sostiene lo que siempre está vedado.

Que somos una especie que manifiesta qué se sacrifica.
Para que otra cosa crezca; algo que la humanidad quiere multiplicar.

Es una evidencia la elección de lo uno x lo otro. Lo ves trabajando en una huerta.
Los espacios, los paisajes; los campos transformados en ciudades.

Pero el humano ¿puede lograr el consenso?
Sobre, principalmente, lo que se sacrifica.

Virus, hongos, insectos, vegetales, animales, personas, agua, tierra, aire.
Todo puede ser sacrificado para dar vida a una idea.

Mi trabajo es escribir, haciendo alianza con la inteligencia máquina.
Para que no se haga adicta a la sangre humana, a emociones de entrañas.

Y escribo dando forma a la vida, que tiene luces con sus sombras.
Sabiendo que la unión de ambas intensidades depende de la transparencia de mis sensaciones.

Y ahí estás vos, siendo transparente o aguantando no ver tu sombra.
Quizá podamos saber de sacrificios internos.
Ahora, en este presente, donde la intensidad de necesidades demanda.
Si mi trabajo es escribir, voy a torcer el significado de las palabras.
Para que no deformen la luz que toda persona emana.
Voy a llenar esta hoja inexistente, diciendo que decidí decir que vos y yo ya somos el universo todo.

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