domingo, 8 de marzo de 2015

Aportes a la construcción de nuestra Salud Mental



La Ley del Desdoblamiento de los Tiempos (LDT) -Info: http://www.garnier-malet.com/es-scien/ y http://youtu.be/Bs0B7N6RMe0- habla de la autoreferencia o la importancia de controlar el propio pensamiento, el cual es energía (porque es también materia). Lo importante de esta ley, entre otras cosas importantes, es que el hecho de no controlar el propio pensamiento puede implicar un desequilibrio energético.
Hablar de esta ley es igual a hablar de la ley de la gravedad.
La ley de gravedad tiene un grave efecto por romper su equilibrio. Desata fuerzas que pueden romper cosas y hasta matar seres. Hay personas que aprovechan el efecto que causa su desequilibrio, y transforman esta fuerza en otro tipo de energía. El propósito del uso de esa energía puede ser muy variado: también hay quienes aprovechan esta certeza que tienen sobre la ley de la gravedad para retornar a un equilibrio que fue roto en otra área de su vida (como un desequilibrio energético en el pensamiento) y extinguen su existencia física aprovechando las consecuencias energéticas de esta fuerza (que desequilibran concientemente con ese fin).
En la Psicología Social, hay ciertas lógicas que se contraponen a leyes universales hoy conocidas públicamente, como la LDT. (Recordemos que las "leyes" son universales, coherentes y cohesivas; las "normas" humanas pueden ser parciales, incoherentes y fragmentarias).
Decir que el motor de la realidad es la "lucha" de pares opuestos, es una afirmación dogmática para este presente real que armoniza y supera estas ideas. Presente que dista mucho de ser el presente pasado de K. Marx y de muchas personas que se anclan en teorías de pensamientos pasados.
Todas las personas sentimos el desequilibrio. Más que nada en nuestro cuerpo físico. Él no puede escapar a la realidad del "ahora mismo". Nuestra mente sí puede fugarse al pasado o al futuro. La mente puede seleccionar lo que ve, fragmentar, parcializar la realidad, con la función de no "sentir" (espiritual, emocional o físicamente) la realidad del Presente.
El miedo es un limitante de la conciencia, históricamente utilizado (más y menos conciente e inconcientemente) para oprimir a las personas; Pichon-Riviere (ese pájaro joven que canta desde la otra orilla) remite la causa de la "enfermedad" -concepto que hoy también permite ser complejizado por entrar en tensión con algunas concepciones de la medicina clásica- a 2 miedos básicos: pérdida y ataque. (Aunque lógicamente, hoy, ambos miedos puedan reducirse al concepto de 1 "desequilibrio" -en cualquier área-).
El desequilibrio de una ley universal tiene un efecto, un síntoma, el cual puede tener diferentes lenguajes -pero 1 misma lógica que los contiene y atravieza-. Tan perfecto es el cumplimiento -o incumplimiento- de una ley. Da lugar a estallidos, caídas, estados saludables, transacciones económicas... Su efecto no depende de una opinión, de un veredicto, o de tener su causa en un ámbito público o privado... todos los sucesos de la realidad están implicados.
Un dogma causa un desequilibrio entre un presente fijado a un observador pasado y un presente con un futuro potencial opuesto. Esta diferencia de potencial genera una Energía que debe circular para volver la ecuación a 0. Porque muchos, inconcientes de las leyes físicas/cuánticas a las que está sometida la realidad polar, estamos "en lucha contra los opuestos", generando energías que no sabemos utilizar -conducir, canalizar, por desinformación, por negligencia- hacia la realización de un propósito -o también se dice "proyecto"- las cuales, como el agua estancada, generan desequilibrio (con su correspondiente potencial de equilibrio) biológico.
Esto tiene que ver con una dialéctica -relación entre elementos, que interactúan de diferentes maneras en el tiempo y en el espacio-, con una filosofía, con una lógica para mirar la realidad que viene desde las civilizaciones más antigüas; tanto la dialéctica material como la idealista están implicadas en consecuencias energéticas, porque cientificamente, hoy se sabe que la partícula es materia y energía (información con velocidad) -es corpuscular y onda-.
Los opuestos son complementarios y tienden a equilibrarse entre sí, porque la ley universal contempla esos dos resultados, como pasa en las leyes de la termodinámica.
Hay que analizar los hechos: tensiones, síntomas físicos; si los hay, hay que aprender como transformarlos, realmente, efectivamente. No se trata de quedarse con unos hechos y descartar otros. Una teoría científica se valida por anticipar los hechos, sólo así se verifica que cumple con una lógica de una ley de la realidad.
Estar "en lucha", en tensión, estresa a cualquier organismo. Un organismo es una entidad que tiene su nucleo básico en la célula (o en una comunidad celular, cual es nuestro cuerpo humano) y tiene funciones que tienden a tomar del ambiente la energía (o información+velocidad) en tiempo real (presente real) para lograr el estado de homeostasis (equilibrio biológico) que lo hace permanecer el máximo posible en esta realidad (con todo el potencial de energía que implica el tiempo!).
Un presente de tensión (por riesgo físico, emocional, mental, ambiental...) requiere de un tiempo de reposo para recobrar el equilibrio. El reposo puede ser de minutos (en caso de un esfuerzo físico, por ejemplo) o de tiempos mucho más prolongados (como puede ser el desequilibrio a nivel atómico en la radiación).
La Psicología Social, como esquema de operación dirigida a la construcción de salud mental individual/colectiva, debería incorporar y transformarse constantemente en relación al entendimiento y profundización de las leyes que nos atraviezan, y cuyas consecuencias en relación a un espacio de tiempo (con instantes percetibles e imperseptibles), son mensurables y predecibles.
Tuvimos que llegar a fabricar instrumentos maravillosos para darnos cuenta que la realidad y el tiempo dependen del observador.
El observador y lo observado es un par dialéctico complementario, que responde a leyes eco-lógicas (las cuales implican al sistema íntegro, osea, a los campos físicos, económicos, biológicos, termodinámicos...). Y eso no excluye a un ego que pueda manifestar que lo observado está determinado por el observador y/u otro ego que diga que la experiencia es lo determinante. Nadie se "equivoca", sino que nos manifestamos tendiendo a equilibrar o desequilibrar un sistema sometido a leyes universales que lo cohesionan.
No deberíamos observar la realidad presente como lo haría un observador que ya no es parte de la realidad presente (salvo como "memoria" o "recuerdo"). Transmitir esta idea es una certeza personal, que siento coherente con una lógica universal presente en este plano de polaridad. Nadie puede obligar a alguien a cambiar su lógica -por cuestiones "lógicas"-. En mi caso, sirva este uso de mi propia energía para informar lo que siento que tiende a equilibrarme con los demás elementos del sistema que nos contiene. Estimo que eso es el todo mismo, que también puede ser la nada misma (para equilibrar lo masculino y lo femenino).
La salud (en término amplísimo) es una ley en equilibrio. El cuerpo lo sabe e intenta estar on-line las 24 horas para lograrlo.
La mente (sobre todo la mente racional fijada a observadores del pasado) muchas veces parece ignorarlo y "lucha en contra" del organismo vivo eliminando sus decires y/o sentires y/o síntomas con fórmulas viejas (las cuales muchas se encuentran desequilibradas por intereses económicos o personales), o medicamentos químicos que tienden a un equilibrio por el camino de la "enfermedad" o la muerte.
Una ley permite anticiparse a un resultado para elegir un camino saludable.


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