martes, 6 de julio de 2021

Carta a varones y mujeres soberan@s. (Parte 01)

Quien escribe, varón de cuerpo plenipotenciario, tiene un nombre para quien le conozca; y para quienes no le conozcan, también: soy (o seré) el "famoso" anónimo, o una persona anónima más (como las incontables personas anónimas individuales que forman otras incontables sociedades anónimas virtuales o ficcionales).

Es mi intención escribirle a varones y mujeres en edad o necesidad madura; es decir, con inquietudes a niveles totalmente inespecíficos inherentes a las ganas internas de integrar y coherentizar la realidad para vitalizar el paisaje cercano hacia la permanencia y expansión de una particular conciencia transformadora terrestre, en relación con lo estelar/solar/sideral.

Cíclicamente, llegan los momentos de madurez de conciencia, más allá del espacio que se habite (sea real o virtual/simbólico/sutil). Entiendo que este espacio-tiempo compartido, que nos encuentra compartiendo esta tecnología (somos una logia, también), nos interconecta con algo que va más allá de un escritor/lector: la intuición de que en el medio hay un programador/diseñador/creador que nos mantiene en conexión.

Es ese tercer elemento que existe en toda relación entre seres concientes (de estar en relaciones), lo que permite la certeza, la evidencia, la presencia de una esencia natural continente. Ese entorno esencial y natural es en el que aparecemos, aprehendemos relacionalmente, crecemos y experienciamos diferentes niveles de intensidades energéticas (como fenómenos físicos, emocionales, psíquicos y sutiles o espirituales). ["Qué me van a hablar de amor"].

Entonces, de qué estamos hablando cuando hablamos de soberanía individual, sino de una experiencia personal con ese no espacio-tiempo, con ese entorno esencial que necesita ser reconocido como Prexistente y permanentemente Persistente. Es decir, hablar de varón y mujeres soberan@s sólo se puede decir con respecto a quienes se reconozcan herederos comunes de un Creador Soberano y Dador de esa cualidad Suprema.

¿Cómo llega cada varón y mujer soberanos a ser autoregulado por una instancia superior a su propia soberanía? ¿De qué manera la experiencia de lealtad a lo Superior, vivida y sentida por cada ser en su espacio soberano, se transmite a otro ser para que se auto emancipe? ¿Y cuáles serán los mecanismos de reconocimiento entre seres terrestres soberanos para reconocerse bajo una Soberanía superior que equilibre y encauce la energía de la relación entre ellos? Estas son mis soberanas preguntas hacia mi, como a mis pares soberanos, en atención a las respuestas que espero recibir del Soberano Creador.

Cuánto código virtual se percibe que refiere a algo esencial y transcendental en la conciencia terrestre. La Ley Natural aparece en siglas y palabras de diferentes idiomas, refiere a un reencuentro con la Libertad y el Respeto a la Vida y al Ser de Conciencia. El ciclo es Ley, el retorno a Ella, por Ella y desde Ella, es parte de todo espacio-tiempo. Así, en cierta manera, el ser soberano debe ser conciente de que el máximo poder es habitar un espacio vacío de sí mismo, con plena atención al cultivo del espacio-tiempo ya dado, esperando el momento oportuno que la Ley dicte un mandato claro, para establecer un acuerdo con otro ser soberano que acreciente las conciencias de todos los espacios-tiempos voluntariamente asociados.

Hasta aquí, sin más y con mi mayor consideración, les saludo muy atentamente.


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