De migo para tigo

A.migo.

eNe.migo.

Con.migo.

Cha.migo.

Me encantan las palabras. Son como piezas de ajedrez.

Van distribuyéndose en un tablero antes vacío y lleno, claro y oscuro.

El tablero parece ir construyéndose letra por letra, multiplicándose en cada réplica que cuadra. Entre: en una lógica 8x8 ó 64/1x8.

Un. bando a.migo: 15 que me reconocen como una pieza por fuera de cada 1 de ellos (sus.migos me ven sin el migo de ellos: soy a.migo)

Pero del otro lado, desde lo lejano... no están dis.tribu.yéndose. No: están viniéndose. Todo lo contrario de quedarse in.móviles; se mueven y/o los mueve algo Superior a ellos: El rey. Que es quien si yerra verá caer su cabeza.

2. bando eNe.migo: los 16 a.migos (entre sus propios sus.migos) ven un migo desconocido fuera del sin.migo cercano. Ene de NO. N que es igual a 14. Ene que no es 15 (Ñ), que son mis a.migos + mi.migo. Ene que no es igual a 16 (O) que somos todos, ni más ni menos, los que creamos esta parte del paisaje en el tablero.

Ene.migo = ñoño. Es desde lo conocido que podemos burlarnos de lo desconocido.

(Osea: sin darnos cuenta, los ñoños también somos nosotros).

Con.migo siempre está, además de migo, mis a.migos y esos desconocidos que no son ni parecidos a mi migo, y los quiero y, al mismo tiempo, No los quiero porque son eNe.migos. Es por esa razón que a veces des.conozco a quien está con.migo; y lo trato como mi ene.migo, y por eso no quiero tratos o le hago un mal trato y lo destrato traicionán.dolo... (Aunque esa trama se va de los límites de este tablero; es esa ilógica que se juega por fuera. Aquí, con.migo, todo en.caja y me cuadra).

Qué complejidad, chamigo... la realidad del lenguaje y la posibilidad de su codificación. Alta vibración para anticiparse a cualquier con.moción, creación contínua de este equilibrado paisaje vital que estamos habitando para así matear y con.versar Natural.