jueves, 5 de agosto de 2021

Prosa literaria


¿Quién/es quema/n la/s isla/s?

O la pregunta es ¿para qué?

Yo no vivo en la isla, vivo del otro lado.

Aunque a veces creo que el río es un espejo, y que si nos miramos en él desde ambos lados de la orilla, nos reflejamos, isleñ@s/ciudadanos, viéndonos en ambas orillas "l@s otr@s del otro lado".

Y pienso en mis miedos, en cómo yo los transformo. Y me veo el otro, transformando, quizá con fuego, su miedo. Habrá quienes quemen tambien su rabia, su dolor, su impotencia... además de quienes quemen por negocios?

Un niño me dijo que él pensaba que se quemaban las islas para terminar con el virus. Yo no me atrevería a cuestionar su inteligencia que limita/alcanza la sabiduría.

No puedo creer que mi miedo sea igual al del otro, cada uno tendrá su propia forma y contenido. Pero ¿y su esencia humana? Será que vernos en un mismo espejo o en un mismo río nos pueda hacer pensar que nuestros miedos confluyan o emerjan de un mismo océano humano?

Pichón Ribera dice que el nucleo común de toda "patología/mensajecodificado" es el miedo a la pérdida y/o el miedo al ataque. Y nada causa más afecto que lo humano (o lo social, quizá también pueda relacionarse)

En la islas hay bichos, y hay que ser cuidadoso porque te pueden morder. (Los bichos dicen del humano que hay que huir porque te pueden desterrar de tu tierra/cuerpo). Por aquí en la ciudad, también hay bichos. Pero mis bichos son más serios, más importantes, más complejos y más invisibles... porque yo soy de la ciudad, y aquí sabemos cómo defendernos y matarlos... Sabemos?

Bueno, hay quienes dicen que sí y quienes dicen que no y quienes dicen si y no al mismo tiempo y quienes dicen que no existe lo que matar y quienes no dicen que saben y quienes dicen saber y ordenan y quienes dicen que los vulnera ese orden y... quiénes más?

También hay quienes dicen que los bichos son determinadas emociones, determinados sentimientos y quienes dicen que toda vida es sagrada; hasta la vida de un bicho tan peligroso como la yarará o tan comestible o comerciable como un yacaré o un carpincho y quienes dicen que hay que proteger los árboles y las plantas de las topadoras y quienes dicen que no se puede hacer lo que se quiera con un río o una isla con sólo fines comerciales y quienes dicen que el ecosistema biológico es un organismo complejo que se comunica con una lógica coherente que permite reconocerle derechos subjetivos y... quiénes más?

El agua y el aire son fluidos; quizá entonces también lo sean los espejos, que son de un material transparente y líquido como lo es la arena derretida. 

Entonces: ¿Será que todo y toda ser y no-ser.no.s refleja?

Yo no soy de decir lo que hay que hacer o pensar. Soy más de los que sólo dicen su parecer o escuchan, o decide qué hacer con uno mismo. Y hoy decido escribir, e imaginar que al mismo tiempo, en la otra costa, alguien recita a don Julio acompañado por un chamamé. Y, ahí, me siento parte; porque simplemente, sin saber por qué, hablo el lenguaje de la Madre Tierra, y me comunico con la voz del acordeón, y al mismo tiempo escucho el ser que con.siento mi hermano, y el fuego del centro del fogón, me invita a quemar la ira del maltrato y la incomprensión. Hijoeperra el portavoz de la agresión a otro ser! Así honro al lenguaje como futura socio actualización de nuestro presente, preciado interior. Y la escucha del silencio como señal de comunión.

Todo pueblo salud.

A Julio Migno. 

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