viernes, 2 de diciembre de 2016

Lo que está en El Juego

Es el juego: la atención.
Jugar es su efecto.
La tensión es la causa.
Lo saben los presidentes de la conciencia.
Esos mandatarios del Oriente no pendientes
del consumo de Occidente.
Este es un mundo donde reina la competencia
tener el 1 o salir primero.
Aquí se quiere instalar juegos nuevos.
Pero el despierto se da cuenta:
Porque en estas reglas nuevas
el que acepta el nuevo juego no cuenta.
El juego es desviar la atención
hacia lograr la mejor competición.
Entonces, el jugar asusta al nuevo jugador.
Porque no tiene las cartas que el juego nuevo inventó.
Las cartas ganadoras, de bordes filosos, luminosos
las porta el diseñador y las da a quienes no quieran
hacerse pasar por inventor, creador, instalador.

Si la atención está en el jugar
la tensión es natural.
Si la atención está en ganar
la tensión es para acumular.

El nuevo juego distensiona
al que la competencia no abandona.
Lo hace por momentos
(fugaces ideas de victoria)
luego tracciona y contracciona:
perder el juego es el fracaso
y la eterna derrota.

No abandones.
Juega.
Pero observa la verdaderas reglas.
Son para todas iguales
conocidas
evidentes
naturales.
No versan sobre males.
Tampoco sobre bondades.
Dicen sintiendo
reconociendo
a veces, repitiendo
pero a otro tiempo
que tu miras
que tu percibes
que tu concibes.
Juega a que reinas y sirves.

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